MIKHAIL BARISHNIKOV EL MEJOR BAILARÍN DEL SIGLO XX.
Baryshnikov nació el 27 de Enero de 1948 en Riga, Letonia. Sus inicios en la danza fueron totalmente espontáneos. Cuenta que en un desfile con motivo del Día de la Revolución Socialista, al que él y su familia asistían para a ver a su padre marchar, se reunían los civiles y bailaban danzas típicas rusas o ucranianas; repentinamente, como por instinto se unió al grupo sin estar invitado y terminó llevándose las ovaciones del baile. Una vez descubierta su vena, sus padres buscaron de canalizar su talento de forma académica. Es así que comienza sus estudios de ballet en Riga a los nueve años de edad, de allí pasa a la escuela de ballet del Kirov de Leningrado, hoy San Petesburgo, en donde se graduó y para la cual se convirtió, rápidamente, en bailarín principal en el año 1969. Con el Kirov, se dio a conocer al mundo; su brillante técnica, calidad interpretativa y asombrosos saltos fueron reconocidos por todos los críticos, que no tardaron en considerarlo una estrella del ballet clásico. Sin embargo y de forma paralela, Misha sentía que su experiencia dentro de la estructura formal de la danza soviética estaba cercando sus límites. El joven bailarín ambicionaba conocer, aprender nuevos estilos, nuevas coreógrafos, nuevas formas de bailar que estaban muy lejos de tierras soviéticas.
En 1974 a la edad de 26 años, Baryshnikov fue invitado a participar en una corta gira por Canadá con otros jóvenes promesas del ballet ruso; una vez en Toronto, solicitó asilo político, bailó un tiempo con el Ballet Nacional de Canadá, hasta que se trasladó a Nueva York donde comenzó su nueva vida bajo cielos de libertad.
En 1980, luego de la repentina muerte de Balachine, Baryshnikov regresa al ABT pero esta vez no sólo como bailarín principal sino como Director Artístico de la compañía, puesto que ocupó hasta 1990.
Reconocido mundialmente como el mejor bailarín del siglo XX, gracias a su inobjetable técnica, virtuosismo y expresividad. La versatibilidad de este hombre ha sido uno de sus signos más distintivos dentro del mundo de la danza, pues ha sabido pasar magistralmente por todos los estilos.
Conocido como Misha, en el mundo artístico, es un hombre irreverente que a sus 59 años conserva el magnetismo que despierta entre el público y él cada vez que aparece en escena.
Baryshnikov nació el 27 de Enero de 1948 en Riga, Letonia. Sus inicios en la danza fueron totalmente espontáneos. Cuenta que en un desfile con motivo del Día de la Revolución Socialista, al que él y su familia asistían para a ver a su padre marchar, se reunían los civiles y bailaban danzas típicas rusas o ucranianas; repentinamente, como por instinto se unió al grupo sin estar invitado y terminó llevándose las ovaciones del baile. Una vez descubierta su vena, sus padres buscaron de canalizar su talento de forma académica. Es así que comienza sus estudios de ballet en Riga a los nueve años de edad, de allí pasa a la escuela de ballet del Kirov de Leningrado, hoy San Petesburgo, en donde se graduó y para la cual se convirtió, rápidamente, en bailarín principal en el año 1969. Con el Kirov, se dio a conocer al mundo; su brillante técnica, calidad interpretativa y asombrosos saltos fueron reconocidos por todos los críticos, que no tardaron en considerarlo una estrella del ballet clásico. Sin embargo y de forma paralela, Misha sentía que su experiencia dentro de la estructura formal de la danza soviética estaba cercando sus límites. El joven bailarín ambicionaba conocer, aprender nuevos estilos, nuevas coreógrafos, nuevas formas de bailar que estaban muy lejos de tierras soviéticas.
En 1974 a la edad de 26 años, Baryshnikov fue invitado a participar en una corta gira por Canadá con otros jóvenes promesas del ballet ruso; una vez en Toronto, solicitó asilo político, bailó un tiempo con el Ballet Nacional de Canadá, hasta que se trasladó a Nueva York donde comenzó su nueva vida bajo cielos de libertad.
Llegado a la gran manzana, comenzó a bailar en el American Ballet Theatre (ABT) como bailarín principal. Allí participó en innumerables repertorios clásicos, tales como: Don Quijote, El Cascanueces, La Bella Durmiente, El lago de los Cisnes, etc. junto con Natalia Makarova su pareja artística preferida. En 1979, se mudó del ABT Al New York City Ballet para trabajar con el reconocido coreógrafo George Balanchine, con quien amplió sus horizontes en cuanto a técnica y estilos coreográficos. En el New York City Ballet, hizo pareja con la bailarina Gelsey Kirkland, con quien bailó casi todas las piezas existentes en el ballet clásico y en el repertorio de Balanchine.
En 1980, luego de la repentina muerte de Balachine, Baryshnikov regresa al ABT pero esta vez no sólo como bailarín principal sino como Director Artístico de la compañía, puesto que ocupó hasta 1990.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradezco tu comentario...